Tuesday, May 22, 2007

Vidrio Soplado

Cuando se te cae virdio al piso es un enchastre, y te queda el piolín de vidrio desde la varilla hasta el piso como si fuera miel. Un asco. Y no le podés pasar la lengua. Quema. Pero lo pinchás como si fuera una babosa y lo tirás al agua. Te quedás mirando el agua caliente esperando que naden y salten pescaditos de vidrio, pero no.

Y viene Martín, el pibe que labura ahí todos los días,

chiquito y corpulento. Se te para demasiado cerquita y te
pone una mano en el hombro, y así te explica... pero no te explica nada, mentendé ?

Después de hacer llorar al horno ... bueno, lo primero que
uno hace cuando llega es robar un poco de vidrio con la
punta de un palito. Y lo dejás chorrear hasta el piso, o
hasta que te queda una lágrima. Una lágrima de horno. Una
lágrima de dragón. Una lágrima de vidrio. Y quedan todas
arriba de una mesa, grandes y chiquitas, largas y finitas,
las lágrimas. Y la gente se las lleva sin entender nada. Las
envuelve en noticias de ayer y se las mete en la mochila. Y
se las lleva. Y no entienden nada.

Después de hacer llorar al horno, y dejarlo que te queme un
poquito ... es casi como decirle hola a un perro. Le ofrecés
la mano, dejás que te huela, que te pase dos veces la
lengua, y después él te deja hacerle un mimo en la cabeza.
El horno te quema un poquito y te deja robarle vidrio.
Robarle mucho vidrio. Un montón. Y al vidrio no le gusta
estar en la punta de un palo. Le gusta nadar en fuego. Y se
quiere volver, pero uno no lo deja porque lo tiene agarrado
con el palo y lo da vueltas para que se maree y no sepa
dónde ir. Y de a poco se va muriendo. Lejos del fuego deja
de brillar. Deja de estar blanco dragón. Deja de estar
amarillo fuego. Ni siquiera rojo leño. Queda duro. Frío.
Como un ... como algo feo. Y ya no corre. Y ya no nada. Y
uno se queda esperando pescaditos transparentes nadando en
agua hirviendo.

http://soplarvidrio.spaces.live.com/

0 Comments:

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home