Thursday, January 20, 2011

Y dale con....

Esto lo escribí hace mucho cuando alguien trató de subir a un avión con una bomba en los calzones. Lo reencontré y lo pego. Es interesante esta película todo lo que dice.

Hay dos cosas serias que en mi opinión a Horacio González, en su articulo de Pagina 12, se le escapan al ver Avatar, y no quiero dejarlas pasar.

Imaginemos Avatar II: Lejos de prometer "un retorno humano al planeta que los derrota, una mejor negociación entre las corporaciones mineras-militares, la ciencia que creó los hombres-avatar y las poblaciones nativas" La cultura tecnológica regresa al planeta del cual fué desplazada, esta vez aún más irrespetuosa, aún más veloz, aún más fuerte, más armada, más asesina. Matará todo primero, luego irá por lo que vino: el vil metal, el oro o el petróleo. No, no estoy imaginando, estoy recordando. Recuerdo lo sucedido cada vez que una cultura tecnológicamente avanzada y agresiva encuentra algo de valor en terrenos de una cultura no dependiente de tecnología. Desde hace cientos de miles de años (no exagero) la desplaza, la aplasta, la destruye. Aún hoy. Aún mañana. Somos éso. Siempre lo hemos sido.

Hay una segunda cosa que me molesta en Avatar, que no se vé y no se pregunta y es por eso aún más peligrosa: ése cuerpo de quién es ? Para tener acceso a la cultura "aborigen" los humanos crean deliberadamente un cuerpo sin mente, y lo ocupan. Ojo! no digo sin cerebro (hay que mover esos músculos), digo "sin mente". Hay pocas formas de hacer eso (no quiero describir horrores aquí) y todas se llamarían asesinato en muchos lugares de este planeta.

Destaco el primer punto (el regreso de los asesinos), porque si bien es cierto que el público suele llevarse una sensación de alivio al ver a los humanos abandonar el planeta, el verdadero negocio empieza ahí: los militares venden armas a los Talibanes (perdón, quise decir aborígenes) y éstos pelean contra los militares...que película era ésa ? "Desert Storm" o me confundo con aún otra variante ?

Es cierto. Avatar no expone las discusiones mas profundas de nuestras sociedades. Pero no por omisión. La gente que hace Avatar no _olvida_ exponer esa discusión, sinó que la dá por resuelta como más le conviene. Redefine los derechos de un pueblo que "estaba antes" en un lugar explotable, y los derechos de un animal cualquiera, sea o no semejante al ser humano.

Avatar no es un llamado a la rebeldía como intenta parecer, sinó a la pura violencia. Con un brillo escénico que enceguece ofrece la lucha armada como única solución al conflicto de intereses. El héroe de estos días es uno ignorante, violento, y bastante estúpido. El tipo de heroe suicidas del que habla, que toman todo en sus propias manos, sin preguntar, sin discutir, sin consensuar, sin pensar y hace que cada vez más gente meta una bomba en los calzoncillos y vuelen en pedazos un Boeing 747.

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